menos como preocupación colectiva ante un mundo que nos cuestiona profundamente en dos
enormemente potenciada por los medios de
injusticias, delincuencia, corrupción y fanatismos
; y,otra íntima, en la que vemos como alguna de esas dimensiones afecta nuestra vida personal y profesional. Estas disfunciones tienen grandes repercusiones
psicológicas, socioculturales y económicas, en definitiva, metafísicas, entendiendo por tal la necesidad de que todos tenemos que dar unidad, dirección y sentido
a nuestras vidas.